Entrevista con Neus Caamaño
ganadora del Premio labEmilia 2016 de ilustración
Neus Caamaño es una joven ilustradora española. Nació en Terradelles, un pueblo minúsculo de la provincia de Girona. Después de licenciarse en Bellas Artes, empieza a formarse como ilustradora, profesión en la que descubre la mezcla perfecta entre creatividad y comunicación. Fiel amante de las técnicas mixtas, utiliza distintos recursos dependiendo de las necesidades de cada proyecto. Hoy vive en Sevilla, donde tiene su estudio en casa.
Por una manzana, ganador del Premio LabEmília, aborda su primer proyecto de autoría única.
Profesión ilustradora
No fue una decisión muy meditada o algo que tuviera claro desde siempre. Después de licenciarme en Bellas Artes, en la especialidad de Dibujo, me matriculé en el curso de ilustración de l’Escola de la Dona (Barcelona), por recomendación de algunas personas cercanas. Durante los dos años que estuve allí pude ahondar en el mundo de la ilustración, que me cautivó enseguida.
Proyectos
En estos últimos años he trabajado sobre todo en el mundo de la publicidad y el cartelismo, aunque es el mundo editorial el que realmente me apasiona. Precisamente este mes de marzo verá la luz mi primer álbum, Lo que hay detrás, escrito por Juan Frau y editado por Tres Tigres Tristes. Es un homenaje a la curiosidad, algo innato en los niños y tan fácil de ir perdiendo, pero tan importante de seguir cultivando siempre.
Además, estoy buscando editorial para otro álbum titulado Tiene que estar en alguna parte, también escrito por Juan Frau. Los dos estamos muy ilusionados con este proyecto que quedó finalista en el concurso de A Buen Paso. El libro habla de un proceso de búsqueda, dando más importancia a ese proceso que al resultado final.
El proyecto más reciente es Por una manzana, premiado en Laboratorio Emilia. Es un álbum que busca una cierta sencillez narrativa y que trata en tono humorístico temas como lo absurdo, la avaricia o el dinero.
Fuentes de inspiración
¡Las de todo el mundo, supongo! No necesito descubrir nada fuera de lo normal para buscar posibilidades o imaginar historias. En la calle, en casa, por la noche en los sueños… En lo más cotidiano que hacemos y vivimos todos. De hecho, me da la impresión de que los momentos en los que las ideas surgen de forma más natural es cuando uno no está en modo trabajo. Luego, por supuesto, hay que pulirlas con horas y horas de pruebas, desarrollo, cambios y demás.
Lecturas
El último ha sido Diarios de supervivencia, de Jack London, la edición ilustrada por Jorge González (AstroRey). Las ilustraciones son una maravilla y los relatos increíbles. Anteriormente leí, por fin, Ferdinando el toro, de Munro Leaf. ¡Hacía mucho tiempo que lo tenía pendiente!
Fuera del mundo ilustrado, acabo de terminar Relatos tempranos, de Truman Capote, y ahora estoy con Carne de carnaval, de David Monthiel, una novela negra ambientada en los carnavales de Cádiz.
Premio LabEmilia
Por supuesto es una gran alegría. Todos los reconocimientos al trabajo de uno dan seguridad y ganas de seguir. Es una sensación que ayuda mucho, sobre todo teniendo en cuenta el momento tan delicado que, como todos sabemos, vive el sector editorial y la profesión de ilustradora.
Feria de Bologna
Este será mi segundo año, así que más o menos sé qué me encontraré. Sobre todo se trata de estar allí y ver cosas. Para mí lo mejor de la feria es la oportunidad de conocer muchísimo en unos pocos días. Y, bueno, hacer contactos, claro. Hablar y observar.
Proyectos futuros
Me gustaría hacer muchas cosas. No paro de hacer listas.
Un proyecto importante que quiero seguir desarrollando es un libro ilustrado sobre la historia de los inicios del jazz. Es algo en lo que llevo mucho tiempo trabajando, junto al escritor Miguel Calero.
Además, tengo ahora entre manos un libro un tanto peculiar, una especie de libro-juego con el que construir y deconstruir personajes y escenarios a partir de formas geométricas básicas.
También me gustaría mucho tener la oportunidad de ilustrar libro de texto.
