El Laboratorio Emilia de Formación cumple su primer año de vida y para celebrarlo hemos invitado a los miembros de nuestra Red IB a formular una pregunta que resuma, desde su punto de vista, cuál es en el momento actual la gran cuestión o el desafío del mundo del libro, de la literatura, de la lectura y los lectores, de la mediación…

Lectores, lecturas

Didier Álvarez Zapata
¿Cuál es el sentido hoy de la lectura? ¿Cómo impulsarla como práctica que realmente humanice y no se reduzca a ser una actividad trivial, de baja significación, hedonista, predecible y fácil?

La pregunta fundamental de toda época, de toda sociedad, de toda persona y, por tanto, de toda práctica social, es por el sentido. Por ello considero que la gran pregunta que tenemos hoy por respondernos en nuestra calidad de formadores de lectores es por el sentido de la lectura, por cómo impulsarla como práctica que realmente humanice, y que no se reduzca a ser una actividad trivial, de baja significación, hedonista, predecible y fácil, tal cual lo quiere la gran industria del bestseller y del espectáculo, con sus sagas romanticonas y seudomitológicas, con sus biografías de personajes intrascendentes y sus libros falsamente espirituales. Una práctica humana que no se limite a un hacer mecánico, indeliberado e impuesto, como aun lo promueve dócilmente la Escuela autómata e irreflexiva, que resulta tristemente manipulada por las estrategias de mercado propias de las editoriales extractivistas y rentabilistas. Una experiencia que no se torne vana diversión, superficialidad, puerilidad e ingenuidad; algo con lo que no se busque solo llenar y pasar rápido el tiempo insoportable consigo mismo, un tiempo lleno de vacío, desgano, antipatía, fastidio existencial. Una vivencia propia que no se reduzca a hecho masivo, tal cual lo buscan los gobiernos preocupados porque sus países asciendan en los ranking y en los estudios internacionales de lectura, producidos desde el mal llamado “primer mundo”, por empresas de la información y organismos intergubernamentales, funcionales a la perpetuación de un orden socioeconómico injusto de la cultura y la educación. Así pues, ante la tendencia creciente a mostrar, proponer y promover a la lectura bajo el tinte de lo masivo, lo frívolo, lo ligero, lo superficial y lo mercadeable, tenemos que recordar que, en clave humana, esta tiene la potencia de una práctica que permite ligar presencia con trascendencia, determinación con posibilidad, incertidumbre con certeza, logos con mythos, mismidad con otredad. Nos es necesario hoy, por tanto, levantar un ideario en la formación de los lectores que abandone todo relativismo moral, toda cobardía política y toda sumisión al mercado, y declare sin pudores que la lectura, en el marco del lenguaje.

.

.

 

 

 

 

José Castilho Marques Neto

Qual desafio para a formação de leitores é maior do que a luta constante contra a corrente avassaladora da sociedade do espetáculo que existe para submeter e eliminar a autonomia e a independência de pensamento da humanidade?

Não me ajeito com os padres, os críticos e os canudinhos de refresco:
não há nada que substitua o sabor da comunicação direta.
(Mario Quintana)

 

Porque se formar leitores é ir além da decifração dos caracteres da palavra escrita; é atingir o significado de cada uma delas e no seu conjunto, estabelecendo diálogos interpessoais onde as razões e as percepções da comunicação verbal e escrita são imprescindíveis, a questão central da formação leitora é a conquista de um patamar de autonomia de cada cidadão na sua leitura do mundo.

É o oposto da sociedade do espetáculo que imbeciliza e rebaixa o cidadão a mero receptador da mediação medíocre e indutora dos telejornais, das revistas e livros de fofocas, das notícias sem substância de veracidade, das literatices que exploram a manutenção de pensamentos acríticos e auxiliam a transformar seres humanos em criaturas dóceis e manipuláveis. Em seres incomunicáveis!

Lutar pela formação de leitores autônomos, críticos, integrais, livres para refletirem sobre o que leem nas escrituras e no mundo é o grande desafio para o livro, a literatura e para as políticas e ações de formação de novos leitores no mundo contemporâneo. Na linha de pensamento de Mario Pedrosa para a arte, entendo que ler plenamente é um “exercício experimental de liberdade”, meta e desafio!

Literatura

Marcella Terrusi
¿Qué papel juega la literatura en la vida de los lectores?

La literatura no es una herramienta para otra cosa, es un espacio y un momento del día, donde podemos crecer nosotros mismos, páginas tras páginas, hacernos más humanos, por cierto.

Es una dimensión que es en parte biológica, lo que quiere decir que la especie humana siempre ha necesitado crear, contar y escuchar historias, debido a que sus individuos jóvenes son dependientes de los adultos durante un tiempo muy largo (tanto como ningún otro animal), lo que nos convierte en “neoténicos”, incompletos e inmaduros, se diría que durante toda nuestra vida. El sentido de la literatura es, también, cultural: algo que necesita ser cultivado, defendido, respaldado en voz alta. El derecho de acceso a la literatura se encuentra en la Convención sobre los Derechos del Niño.

El derecho a poder leer las obras maestras de la literatura es el derecho a experimentar más de una vida, más de una perspectiva, más de un amor, más de un país, más de un tiempo de la historia, ir más allá de nuestro propio mundo único y estrecho. Significa experimentar al mismo tiempo la diversidad de todas las voces y la universalidad del ser humano. Significa habitar más casas, llevar ropas diferentes, reconocer los sentimientos, las emociones, los paisajes que nunca podríamos conocer en una sola vida. Es, como dijo Umberto Eco, una especie de eternidad inversa. Es el derecho a ser uno mismo, para encontrar su camino, para ser parte de una familia cósmica sin fronteras, un aprendizaje para poder mirar el amplio y maravilloso horizonte de la compleja belleza del alma humana, repleta de tantos interrogantes como estrellas hay en el cielo.

María Osorio

Hoy, que todo está mediado por la imagen y la publicidad, que la forma vende más que el contenido… ¿Será posible recuperar el interés por la literatura?

Formación de lectores

Claudia Souza
Como devolver aos jovens o valor da palavra bem articulada e bela, promovendo sua habilidade na livre circulação das ideias?

Partindo da frase do filosofo John Searle, teorico da relação entre linguagem e realidades institucionais: “Não é possível pensar com clareza se não se é capaz de falar e de escrever com clareza”, pergunto: como nós, profissionais da literatura infantojuvenil, podemos contribuir para o incentivo da linguagem publica e para a retomada da responsabilidade, muito trascurata nos nossos dias, que comporta usa-la? Sendo esta um dever crucial da ética civil muito menosprezado nos nossos tempos rápidos e superficiais, como devolver aos jovens o valor da palavra bem articulada e bela, promovendo sua habilidade na livre circulação das ideias? Como ajuda-los a reencontrar a “palavra precisa” em seu discurso tao confuso? Se a leitura não é apenas uma pratica hedonista mas também uma habilidade social que vai sendo construída desde muito cedo através da cultura, como atingir as familias, as escolas e outras instituições de alto contato com as novas gerações para garantir aos jovens modelos criticos e construtivos de linguagem publica? Como ajudar a criar leitores fortes no Brasil (seja em volume que em qualidade textual)? Como dar voz e potência a estes novos leitores dentro da sociedade atual?

Juan Felipe Córdoba-Restrepo
¿Cómo motivar una lectura ‘con intención’?

La lectura (y escritura), patrimonio de la humanidad. Desde mi condición de editor, profesor, y claro como lector, sostengo que la lectura es patrimonial, además de un derecho. Sin embargo, la carencia de una lectura que denomino “con intención” en ciertos grupos con lo que me relaciono, me llevan a varias reflexiones y preguntas: el fomento a la lectura no debe ser exclusivo a la población infantil y juvenil, si esto fuera cierto tendríamos sociedades lectoras, la evidencia señala lo contrario; es necesario recuperar los espacios para la intermediación de la lectura (bibliotecas, librerías, hogar, sobre todo el aula), el acompañamiento y el fomento de la lectura debe ser para el ser humano, personas que lean bien y construyan pensamiento crítico es la meta. De estas reflexiones nos quedan algunas preguntas, podemos destacar algunas:

  1. ¿Cómo motivar una lectura “con intención”?
  2. ¿Cómo articular todos los intermediarios?
  3. ¿Cómo propiciar políticas públicas más allá de lo estadístico?
Constanza Mekis
¿Qué hacer en un contexto escolar donde está tan presente la cultura de la obligatoriedad de la lectura, qué estrategias podemos aplicar para fomentar una lectura que apunte al placer? ¿Jugará algún rol el respeto a la libertad de elección del lector contemporáneo?

Una de las diferencias significativas dadas entre leer por obligación y leer por gusto, es que con esta última modalidad es más factible que se activen todos los beneficios que la lectura conlleva, entre los que vamos a destacar y acentuar el aprendizaje. Esto se debe a que el placer genera una atención profunda que logra que lo que leamos se arraigue en nosotros, ya que se entremezclan, indisolublemente, intelecto y emoción. Dado esto, podríamos afirmar que el leer por placer puede ser una de las herramientas más eficaces, el sendero para alcanzar esa transformación social que se busca por medio de la educación.

Alma Carrasco
¿Quién(es) es(son) el(los) lector(es) en un mundo tan desigual?

De cara a la creciente importancia que socialmente adopta el reto de la formación de lectores, hemos de plantearnos reflexiones en tono a la diversidad de lectores y su atención, a la revisión crítica de las propuestas editoriales que el mercado hace circular con mucho o poco respeto y reconocimiento a estas diferencias y sobre las oportunidades de lectura como tareas de intervención cultural en un mundo dolorosamente inequitativo.

Dos ejes sugiero para esta reflexión:

  1. La visibilización y centralidad de lectores antes ausentes, como por ejemplo los bebés y sus familias, mirados como actores de redes más amplias que tienen oportunidades diversas, no siempre nutridas.
  2.  Las tareas de los profesionales que acercan encuentros con libros y lecturas y su necesario compromiso con una revisión crítica de iniciativas editoriales que, en creciente diversificación ofrecen, en aún limitada oferta, propuestas inteligentes, polémicas, retadoras, pero también la creciente presencia de libros “basura” que no contemplan las exigencias del lector.
Sandra Medrano
Como garantir que todas as crianças brasileiras tenham garantido seu direito a ingressar na cultura escrita e apropriar-se dela?

Um grande desafio que temos em nosso país é garantir que todas as crianças brasileiras tenham garantido seu direito a ingressar na cultura escrita e apropriar-se dela.

Apesar desse direito ser amplamente divulgado, reafirmado em diferentes instâncias e discursos, a prática nem sempre tem refletido estas intenções.

Propostas educacionais reduzem o ensino e a aprendizagem da leitura e da escrita a meros mecanismos a serem estabelecidos entre som e grafia, como que para fazer uso da palavra escrita bastasse saber grafá-las.

A redução do acesso à leitura a textos que são produzidos como pretextos para lições de moral com redução da possibilidade de reflexão, ou a definição de quantidade máxima de palavras por texto a serem oferecidos às crianças, reduzem e artificializam a língua escrita a ser aprendida.
Por trás destas ações, além de uma concepção de criança que subestima sua inteligência, há uma concepção de acesso à cultura escrita que ainda privilegia somente uma parte da população de nosso país.

Ana Garralón
¿Cómo conseguir mantener lectores a lo largo de su infancia?

Creo que todos los mediadores observamos un fenómeno: los bebés se abalanzan a los libros, los prelectores disfrutan mirando los libros, a los que empiezan a leer les fascina el mundo que aparece en los libros. Sin embargo, al llegar a los nueve o diez años, cuando ya dominan la técnica y han tenido suficientes libros en sus manos, los niños van perdiendo interés en sus lecturas. ¿Cuáles son las causas de esto? ¿Tal vez la escuela brinda libros que no consiguen impactar a los lectores? ¿Tal vez, también en la escuela, hay demasiadas tareas en torno a libros insulsos? ¿Puede ser que en las casas se les deje de leer por las noches porque ya saben leer solitos? ¿Puede ser que a los que no les gusta mucho la ficción no les animan cuando quieren leer informativos? ¿Puede ser que a esta edad no haya suficientes libros emocionantes para ellos?

Me resulta inaceptable que la excusa sea la falta de tiempo o la invasión de los aparatos digitales. A una edad en la que disponen de sus propio criterio para elegir lo que hacer en el tiempo libre, los libros son apartados de manera determinante. Creo que tenemos un debate pendiente, un debate en el que asuntos como los gustos de los lectores, la exigencia de los escritores y la promoción de la lectura, deben situarse en un primer plano para valorar qué está pasando.

Literatura Infantil y Juvenil

Adolfo Córdova
¿Es la literatura infantil y juvenil una literatura siempre traducida? ¿Todo libro infantil y juvenil es siempre un libro traducido?

Hago la pregunta con jiribilla, es decir, con doble sentido o intención. La primera tiene que ver con volver a reflexionar alrededor de la gran paradoja de la literatura infantil y juvenil (escrita por adultos, ¿en alguna medida siempre anacrónica?). Mucho de lo que se publica hoy se lee tan intencionalmente traducido, adecuado, restringido, simplificado, adaptado para niños y jóvenes que pareciera que todavía es limitada nuestra idea de esos lectores. La especificidad del “género literario infantil”, tan positiva para la industria editorial y para muchos lectores, ha hecho que también se desgasten y reciclen fórmulas (prejuicios) de lo que es “apto” y “deseable” para niños y jóvenes, en detrimento de lo que en muchos casos les interesa más o del propio lenguaje. Resulta engañoso porque pasamos de un desconocimiento histórico del niño y joven a un aparente reconocimiento (¿quizá solo un nuevo dominio?), sobre lo que piensa y necesita. Pero la naturaleza de niños, adolescentes y jóvenes es cambiar. Nuestro desafío es actualizarnos, seguirles el paso, traducir con nuevas palabras, imágenes, formatos y soportes, con mayor escucha, y sin dejar de hacer literatura. Darle la vuelta a la pregunta: ¿Necesitan traducciones estos lectores? Y así retomo la jiribilla y el segundo sentido de mi pregunta: el imperio (grande o pequeño, según la geografía) de los libros traducidos, del inglés, del francés… o incluso del español o portugués (si pensamos en los tantos niños que leen en lenguas indígenas). Y en otra capa: la tendencia a neutralizar el argentino, el mexicano, el peruano… Se reafirma el desafío: traducir menos, escuchar mejor a niños y jóvenes, acercarnos.

Mónica Romero Girón
¿Qué tan importante es conocer la historia de la literatura infantil para enfrentar el desafío de la producción (edición) de libros para niños en nuestros días?

Si regresamos a los orígenes de la literatura infantil, recordaremos que esta comenzó a trazarse hasta el siglo XVII, una vez que el niño ya no fue considerado un adulto pequeño sino alguien con sus propias características y necesidades. A partir de esta primicia surgieron libros escritos específicamente para ellos; sin embargo, estos en un principio fueron didácticos, de instrucción y llenos de moral, características que cubrían las necesidades de los adultos que deseaban formar hombres de bien. Posteriormente, durante el siglo XIX la concepción del niño como una tabula rasa se transformó y empezó a considerarse como un ser cuyas características principales eran la inocencia y la imaginación. Así, los libros dejaron atrás la primicia de instruir, moralizar y educar, y se comenzó a escribir literatura infantil en la que se podían encontrar historias que, si bien inculcaban valores y reflejaban el mundo en el que vivían los lectores, también daban pie a imaginar nuevos mundos, nuevas experiencias, que pudieran crear un análisis, crítica y reflexión en los niños para comprender la vida. Desde entonces, la literatura infantil ha evolucionado, se ha posicionado y cada día crece más la producción de libros para niños. Sin embargo, hoy en día hay un reto muy grande para las editoriales de literatura infantil, comprometidas con su público, quienes reciben cientos de obras al año para ser publicados: realizar una buena selección pensando en las características de los niños y no en cubrir las necesidades de los adultos. El proceso de selección es arduo, pues muchos de ellos sobreponen las temáticas a la creación literaria y, lamentablemente, pareciera que la tendencia de instruir y moralizar está regresando en ciertos libros, los cuales no dan cabida al análisis, la crítica y la reflexión. Que hoy en día la producción de los libros para niños sea alta no quiere decir que toda sea buena. ¿Cuántos de estos libros en realidad toman en cuenta las características del niño por su naturaleza y los llevan a una comprensión de la vida y no a un régimen educativo? Hay un dicho que dice “quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores”. Creo que el desafío de todos aquellos que estamos involucrados en la publicación de literatura infantil es no olvidar su historia que nos enseña un camino para comprender la esencia del niño y así orientarlos, evitando ser soberbios, en su aventura al descubrimiento, reflexión y entendimiento de la vida.

Hibridaciones, convergencias y divergencias

Alejandro Tiana
¿Cómo fomentar la lectura profunda y crítica en una época de pantallas y multitarea?

La irrupción de Internet y las redes sociales y su amplísima difusión a escala global están cambiando el modo en que leemos, el nivel de lectura que desarrollamos y el distanciamiento crítico que somos capaces de mantener frente a nuestras lecturas. La inmediatez de los mensajes recibidos, la simplificación textual y cognitiva a que obligan las redes sociales, la urgencia en la lectura y en la reacción frente a ella están contribuyendo a desarrollar actitudes ante la lectura que se distancian de las que habitualmente mantenía el lector. Bien puede ser que exista un elemento de nostalgia de aquellas prácticas por parte de los nacidos y criados en la Galaxia Gutenberg, pero también vale la pena preguntarse si en esa mutación no estamos perdiendo capacidades lectoras que bien valdría la pena conservar. Si creemos que se puede dar una respuesta positiva a esta cuestión, la pregunta inmediata es entonces la relativa a cómo se pueden fomentar esos hábitos lectores con tan gran capacidad formativa. Se trata de una pregunta relevante y con impacto directo sobre la práctica docente.

Antonio Ventura
¿El creciente proceso de digitalización ha propiciado un escenario más favorable a la lectura o, por el contrario, la ha robado?

La democratización de la cultura, en general, y de la impresa en particular, se ha visto favorecida, en principio, por el acceso de grandes capas de la población a los soportes electrónicos. Estos han acercado a las personas conocimientos hace pocos años inalcanzables.

Por otro lado, hay que decir que los protocolos de lectura —me refiero a la lectura en profundidad— y sus procedimientos específicos requieren un tiempo y una atención que parecería que estos nuevos soportes no contemplan. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a la lectura de un ensayo específico sobre un tema cualquiera, o una ficción de autor, que en soporte papel significarían un volumen de unas doscientas páginas.

¿El colono digital está en disposición de abordar de manera satisfactoria este aspecto de la cultura impresa en un soporte electrónico? ¿O los elementos distractivos que conllevan dichos soportes son un elemento perturbador en ese proceso?

María Regina González Díaz
¿Cómo hacer convivir la lectura y los libros con la tecnología, para encantar a las nuevas generaciones?

Al respecto, me parece que debemos considerar, a lo menos, la falta de tiempo para leer. Por ejemplo, los profesores de lengua cuentan con asignaciones horarias, que les impide leer más allá de lo indispensable, es decir, lo justo y necesario para cumplir con sus labores, por lo tanto, no hay disfrute, el goce estético queda relegado, siempre para un después. Y esta situación se replica en los estudiantes, de manera que la escuela no cubre el derecho a la lectura, que proclaman países como Chile.

No obstante, iniciativas como la de la Editorial LuaBooks proponen vincular literatura y tecnología, con el fin de capturar la atención de los nuevos lectores. ¿Cómo lo están haciendo ellos? Produciendo libros en papel, que se animan desde el teléfono, toda una revolución en la industria del libro infantil. Han roto paradigmas con sus libros interactivos, además producen cortos animados y aplicaciones para móviles. En su primer libro de realidad virtual invitan a los niños a vivir una experiencia de inmersión lectora. Lo notable es que a pesar del evidente componente tecnológico de sus producciones, no descuidan la belleza editorial, sus libros son verdaderas obras arte y en ellos prima la calidad literaria e ilustrativa. Conclusión: una nueva generación de libros, para una nueva generación de lectores.


Pura Fernández
Esa vía de convergencia de la música (rap, trapp y demás) y la expresión breve de la emocionalidad (aforismos, tuits, repentismo), ¿no sería una buena fórmula para explorar formas de vinculación lectora al margen de los vehículos convencionales?

Me parece interesante reflexionar en torno a la fuga de lectores/as de libros, cada vez más temprana, a partir de las primeras manifestaciones de la (también cada vez más temprana) adolescencia. No quiere decir que dejen de leer, sino que esta lectura toma otros rumbos muy vinculados a la hiperrelacionalidad e hipersociabilización de nuestros jóvenes con los móviles y redes. Pero veo que iniciativas como la del sello Frida (fridaediciones.com) con la marca de “Poesía joven e inquieta” se ha convertido en un fenómeno de movilización lectora que ha roto todos los moldes. Interacciona lo musical, lo visual y lo puramente material (papel), en una escala en la que el proceso se inicia con las canciones (Diego Ojeda y otros). Es una comunidad activa, interdisciplinar y transversal con una capacidad de movilización cultural sorprendente. Pero no está presente en los espacios canónicos, aunque comienza a verse en algunas librerías (FNAC, un poco en otras como Antonio Machado, pero aún poco, tal vez por las cubiertas y títulos), ni en Ferias del Libro. Creo que estas, impulsadas por fuertes estructuras institucionales, pueden transformarse en espacios y foros de visibilización e interacción con estos jóvenes si cambiaran sus dinámicas y dejaran de asustarse por fenómenos similares (como el de los blogueros que arrasaron el año anterior).

Así pues, me pregunto si esa vía de convergencia de la música (rap, trapp y demás) y la expresión breve de la emocionalidad (aforismos, tuits, repentismo) no sería una buena fórmula para explorar formas de vinculación lectora al margen de los vehículos convencionales. Se articulan en comunidades casi autosuficientes y autogestionadas y se me escapa su alcance cuantitativo, pero es descomunal.

Mediadores

Adriana Mora
¿Cómo abordar la escasa presencia de mediadores apasionados y verdaderamente preparados?

El desafío más grande que creo debemos abordar con energía todos aquellos que nos sentimos estrechamente vinculados a la literatura y los libros para niños, es sin duda, la escasa presencia de mediadores apasionados y verdaderamente preparados.

En nuestros países, en todos los ámbitos estatales, como el Ministerio de Educación y Cultura, en las Administraciones Nacionales de Enseñanza Pública y otros organismos del Estado, no se aborda este tema, muy probablemente por el desconocimiento de su importancia. No se habla de la trascendencia de los mediadores que hagan de puente entre los libros, la literatura y los pequeños y jóvenes lectores. No se los menciona en los programas de formación docente. No se les ve en las bibliotecas escolares ni en las aulas. Muy escasamente, en la bibliotecas infantiles y públicas. Quedan más bien como exclusivos baluartes de las instituciones privadas que ya han comprendido la necesidad de su presencia, profundizando aún más la fragmentación que ya se constata en nuestra sociedad y aumentando, por tanto, las diferencias socioculturales y económicas en países como el nuestro.

Se habla hasta el cansancio sobre la importancia de leer y hasta se hacen Proyectos de Leyes que apoyen la lectura, pero no se tiene conciencia de que la sola existencia de los libros no asegura la formación de lectores.

A diferencia de los cuentos maravillosos, aquí no puede esperarse un acto de magia. Si un niño o un joven no es apasionadamente introducido en el mundo invaluable de la literatura infantil y todo lo que ello significa; si no es acompañado desde pequeño con el afecto y gratuidad de los libros de calidad y su lectura a través de la voz y la lectura de un mediador, jamás desarrollará su potencial como lector y le será vedada —o mucho más difícil— su futura participación en una vida cultural y social que le pertenece por derecho.

María Beatriz Medina
¿Cómo enfrenta el mediador el desafío de propiciar la formación de un lector competente capaz de leer de manera simultánea diversos discursos y en diferentes formatos?

Si a la tensión que presenta los dos códigos que ofrecen los productos letrados para niños y jóvenes a la que se refiere Teresa Colomer, agregamos la tensión que generan el formato digital y el analógico, ¿cómo enfrenta el mediador el desafío de propiciar la formación de un lector competente capaz de leer de manera simultánea diversos discursos y en diferentes formatos?

Estas tensiones demandan el estudio constante de los productos letrados dirigidos a niños y jóvenes, lo que constituye una tarea ad hoc para el trabajo de los mediadores de lectura. El campo del libro dirigido al público infantil y juvenil es un campo minado donde es necesario estar atento a las deformaciones del mercado, la moda, la impronta mensajística y la prescripción que se han redimensionado en el ámbito digital. Interactuar con las propuestas contemporáneas requiere de un mediador dedicado a la observación y el estudio de estas propuestas, pero al mismo tiempo requiere de un mediador en constante formación, capaz de desenvolverse en el entramado de género y diferentes formatos.

Bibliotecas

Javier Pérez Iglesias
¿Cómo lograr que quienes utilizan la biblioteca, hagan biblioteca?

Mi principal preocupación en la Biblioteca es que seamos una institución porosa y que la gente no solo use lo que ofrecemos, sino que diseñe con el equipo bibliotecario las políticas y las prácticas.
Yo desarrollo mi trabajo en una biblioteca académica, universitaria y especializada en arte actual y todos sus derivados. Pero además, es una biblioteca de una universidad pública y, por lo tanto, abierta a cualquiera que quiera consultar nuestras colecciones o participar de nuestra programación.

Dicho esto, entiendo la lectura como una herramienta más, de las diversas que ofrecemos, para que las personas sean más autónomas en su aprendizaje, sean más dueñas de su vida y disfruten más de las creaciones culturales.

Con nuestra forma de trabajar intentamos que quienes utilizan la biblioteca, hagan biblioteca. Podría definirse como que “todo el mundo sea un poco bibliotecario”.

En este contexto mi pregunta sería: ¿Cómo pueden las bibliotecas convertirse en lugares abiertos a las necesidades de la comunidad? ¿De qué manera podemos permitir que la gente intervenga en nuestra forma de crear las colecciones, de diseñar los servicios y de configurar los espacios?

Mónica Baró y Teresa Mañá
En la era de Internet, ¿tienen sentido las bibliotecas escolares? ¿Pueden las bibliotecas escolares sobrevivir en Internet?

Un reto fundamental de las bibliotecas escolares hoy consiste en redefinir su valor en un contexto de red. Internet es a la vez el gran aliado y el gran competidor de la biblioteca escolar. Una biblioteca que aproveche su potencial y lo integre en su dinámica puede:

  • Favorecer un cambio metodológico, ensayando nuevas maneras docentes que fomenten la interdisciplinariedad y el trabajo en equipo, potenciando espacios donde alumnos y profesores lleven a cabo procesos de aprendizaje colaborativo trabajando, investigando y creando conjuntamente.
  • Trabajar nuevas competencias, desarrollar la autonomía de los alumnos, su capacidad crítica y formarlos en alfabetizaciones múltiples.
  • Facilitar la difusión e intercambio de ideas e opiniones y crear comunidades de lectores y autores.
  • Simplificar las tareas técnicas y ofrecer mayor facilidad de acceso y recuperación de la información.
    Comunicación, creatividad, pensamiento crítico, colaboración son elementos de la educación que la biblioteca escolar en red puede impulsar y debe aprovechar.
Cleide Fernandes
Como preparar os bibliotecários para os desafios da mediação da leitura literária em bibliotecas públicas?

As bibliotecas públicas atendem a um público muito diverso, desde bebês a idosos. Os bibliotecários, quando existem nessas bibliotecas, não possuem formação adequada para trabalhar a mediação de leitura literária para esse público tão diverso. O grande desafio é formar leitores literários neste ambiente.